Adiós 2011, Gracias por todo.
Este año fue duro. Me enfrenté a la muerte de cara, mi abuela y una excompañera de piso; a cual más dramática para mi. Mi hermano fue diagnosticado con epilepsia. Mi pareja pasó por una crisis y nuestra relación casi se va al garete. Mi tía fue diagnosticada con cancer. Me volví Tao, no me quedaba otra. Todo esto pasó durante la primera mitad del 2011. A partir de agosto empezó la parte positiva, gracias a ese zen y ese taoismo, probablemente. Desde entonces siento que no va a parar. Fue lento, primero simplemente me sentía feliz en mi nueva estabilidad, gracias a todas esas crisis reflexioné, aprendí y crecí. Y desde noviembre, la cosa no para de ascender. No es una felicidad eufórica, es una felicidad sostenida. Tengo mis momentos tristes, claro, pero mi estado habitual es armónico, calmado y feliz.
He vivido y compartido muy buenos momentos, me he reconciliado con la feminidad, con las mujeres y me he atrevido a cerrar capítulos del pasado con éxito. He hecho grandes amigas este año y he explorado mi parte menos heterosexual. Me he dado cuenta de que a veces debo decir No, pero también de que ser libre no consiste simplemente en decir: no. He aprendido a surfear procesos y a comprender que los demás también los surfean, a su manera. He aprendido a aceptar, a dejar que la hierba crezca sin interrumpirla, confiando que sabe lo que hace. He tomado grandes decisiones, comprado mi primer viaje sola y a la aventura y he empezado a planear grandes viajes con Él para el 2012.
Este año que entra, voy a seguir experimentando, creciendo y compartiendo, porque eso, es lo que me ha hecho sentirme plenamente feliz.
Gracias 2011, Gracias a todas las personas que habeis compartido conmigo este año. Os quiero.
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1 comentarios:
No dudes ni por un momento, que el poder apreciar todo lo que eres, es una de las razones por las que busco mi bienestar, tan bien como puedo.
Te quiero y mas que te querré.
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