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Virginie Despentes . Teoría King Kong.
La que fue violada, la que se prostituyó, la que abortó, la que declara que no cree en la feminidad, la que afirma que escribe desde la fealdad, la diva punk de las letras francesas. Leerla es agradecer al universo el habernos dado mentes tan lúcidas. Juzgad vosotros mismos.
"Pueden hacer saber a sus hijos que la tradición machista es una trampa, una restricción severa de las emociones al servicio del ejército y del estado. Porque la virilidad tradicional es una maquinaria tan mutiladora como lo es la asignación a la feminidad. ¿Qué es lo que exige ser un hombre, un hombre de verdad? Reprimir sus emociones. Acallar su sensibilidad. Avergonzarse de su delicadeza, de su vulnerabilidad. Abandonar la infancia brutal y definitivamente: Los hombres-niños no están de moda. Estar angustiado por el tamaño de la polla. Saber hacer gozar sexualmente a una mujer sin que ella sepa o quiera indicarle como. No mostrar debilidad. Amordazar la sensualidad. Vestirse con colores discretos, llevar siempre los mismos zapatos de patán, no jugar con el pelo, no llevar muchas joyas y nada de maquillaje. Tener que dar el primer paso, siempre. No tener ninguna cultura sexual para mejorar sus orgasmos. No saber pedir ayuda. Tener que ser valiente, incluso si no se tienen ganas. Valorar la fuerza sea cual sea su carácter. Mostrar la agresividad. Tener un acceso restringido a la paternidad. Tener exito socialmente para poder pagarse las mejores mujeres. Tener miedo de su homosexualidad, porque un hombre, uno de verdad, no debe ser penetrado. No jugar a las muñecas cuándo se es pequeño, contentarse con los coches y las pistolas de plástico aunque sean feas. No cuidar demasiado su cuerpo. Someterse a la brutalidad de los otros hombres sin quejarse. Saber defenderse incluso si se es tierno. Privarse de su feminidad, del mismo modo que las mujeres se privan de su virilidad, no en función de las necesidades de una situación o de un carácter, si no en función de lo que exige el cuerpo colectivo. De tal modo que las mujeres ofrezcan siempre los niños a la guerra y los hombres acepten ir a dejarse matar para salvaguardar los intereses de tres o cuatro cretinos.
Si no avanzamos hacia ese lugar desconocido que es la revolución de los generos, sabemos exactamente hacia dónde regresamos. Un estado omnipotente que nos infantiliza, que interviene en todas nuestras decisiones, por nuestro propio bien, que -con la excusa de protegernos mejor- nos mantiene en la infancia, en la ignorancia y en el miedo al castigo y a la exclusión.
El tratamiento de favor, que hasta ahora estaba reservado a las mujeres, con la vergüenza como punta de lanza que las mantenia en el aislamiento, la pasividad, la inmovilidad, podría ahora extenderse a todos. Comprender los mecanismos que nos han hecho inferiores y los modos a través de los cuales nos hemos convertido en nuestras mejores vigilantes, es comprender los mecanismos de control de toda la población.
El capitalismo es una religión igualitarista, puesto que nos somete a todos y nos lleva a todos a sentirnos atrapados, como lo están todas las mujeres."
Teoría King Kong de Virginie Despentes.
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martes, 14 de junio de 2011
Teoría King Kong, una declaración de principios por Virginie Despentes.
La que fue violada, la que se prostituyó, la que abortó, la que declara que no cree en la feminidad, la que afirma que escribe desde la fealdad, la diva punk de las letras francesas. Leerla es agradecer al universo el habernos dado mentes tan lúcidas. Juzgad vosotros mismos.
Texto extraído de "Teoría King Kong" de Virginie Despentes.
"Pueden hacer saber a sus hijos que la tradición machista es una trampa, una restricción severa de las emociones al servicio del ejercito y del estado. Porque la virilidad tradicional es una maquinaria tan mutiladora como lo es la asignación a la feminidad. ¿Qué es lo que exige ser un hombre, un hombre de verdad? Reprimir sus emociones. Acallar su sensibilidad. Avergonzarse de su delicadeza, de su vulnerabilidad. Abandonar la infancia brutal y definitivamente: Los hombres-niños no están de moda. Estar angustiado por el tamaño de la polla. Saber hacer gozar sexualmente a una mujer sin que ella sepa o quiera indicarle como. No mostrar debilidad. Amordazar la sensualidad. Vestirse con colores discretos, llevar siempre los mismos zapatos de patán, no jugar con el pelo, no llevar muchas joyas y nada de maquillaje. Tener que dar el primer paso, siempre. No tener ninguna cultura sexual para mejorar sus orgasmos. No saber pedir ayuda. Tener que ser valiente, incluso si no se tienen ganas. Valorar la fuerza sea cual sea su carácter. Mostrar la agresividad. Tener un acceso restringido a la paternidad. Tener exito socialmente para poder pagarse las mejores mujeres. Tener miedo de su homosexualidad, porque un hombre, uno de verdad, no debe ser penetrado. No jugar a las muñecas cuándo se es pequeño, contentarse con los coches y las pistolas de plástico aunque sean feas. No cuidar demasiado su cuerpo. Someterse a la brutalidad de los otros hombres sin quejarse. Saber defenderse incluso si se es tierno. Privarse de su feminidad, del mismo modo que las mujeres se privan de su virilidad, no en función de las necesidades de una situación o de un carácter, si no en función de lo que exige el cuerpo colectivo. De tal modo que las mujeres ofrezcan siempre los niños a la guerra y los hombres acepten ir a dejarse matar para salvaguardar los intereses de tres o cuatro cretinos.
Si no avanzamos hacia ese lugar desconocido que es la revolución de los generos, sabemos exactamente hacia dónde regresamos. Un estado omnipotente que nos infantiliza, que interviene en todas nuestras decisiones, por nuestro propio bien, que -con la excusa de protegernos mejor- nos mantiene en la infancia, en la ignorancia y en el miedo al castigo y a la exclusión.
El tratamiento de favor, que hasta ahora estaba reservado a las mujeres, con la vergüenza como punta de lanza que las mantenia en el aislamiento, la pasividad, la inmovilidad, podría ahora extenderse a todos. Comprender los mecanismos que nos han hecho inferiores y los modos a través de los cuales nos hemos convertido en nuestras mejores vigilantes, es comprender los mecanismos de control de toda la población.
El capitalismo es una religión igualitarista, puesto que nos somete a todos y nos lleva a todos a sentirnos atrapados, como lo están todas las mujeres."
Teoría King Kong de Virginie Despentes.
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jueves, 3 de febrero de 2011
Testo Yonqui, Beatriz Preciado.
Debería dormir, pero igual que Beatriz Preciado se enganchó a la testosterona, yo me he enganchado a su historia. Lenta pero profundamente. Seguiré comiendo cacahuetes mientras devoro las páginas de su libro.
Puedes encotrarlo en La Casa del libro, Testo Yonqui, de Beatriz Preciado.
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jueves, 30 de diciembre de 2010
Quiero libros, libros y más libros.
Esta es la lista de libros con la que me iré a la casa del libro, a arrasar! :P
El género en disputa, el feminismo y la subversión de la identidad. Judith Butler
Manifiesto contra-sexual y Testo Yonki. Beatriz Preciado
Teoria King Kong. Virginie Despentes
Antropología del género. Aurelia Martín Casares
Los 11 Pasos del Metodo de la Magia, Jose Luis Parise
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miércoles, 8 de diciembre de 2010
Sadismo y Masoquismo, según Martín de Lucenay
En la década de los 30 el Doctor A. Martín de Lucenay publicó una serie de libros, en España editados por Editorial Fenix. El autor que ya había escrito sobre prostitutas, trata de blancas o actos satánicos esta vez se centra en temas un tanto más científicos.
La colección es fascinante, bajo el nombre de "Temas sexuales" recorre temas variados y variopintos como: Las supersticiones del embarazo, La virginidad, los males venéreos, Sadismo y masoquismo, Fetichismo, Parafilias, Bestialismo...
El ejemplar que cayó en mis manos, gracias a Cultura Basura, fan de rebuscar entre los libros polvorientos de los encantes, fue "Sadismo y masoquismo".
Un libro que no tiene desperdicio. Hace un auténtico repaso de lo que vendría a ser el sadismo y el masoquismo, con ilustraciones y ejemplos extraídos de las visitas a burdeles y las consecuentes conversaciones del autor con prostitutas.
El libro, en clave más bien psicológica reflexiona sobre conceptos como el hombre chancleta y sin saberlo alude a actos psicomágicos para solventar parafílias, como la de un señor atormentado que se impone castidad ya que sólo alcanza el orgasmo cortándole la cabeza a su amante. ¿La solución? Una prostituta en la cama, un cuchillo de plástico, un cojín para taparle la cara después de "cortarle el cuello" y otra prostituta escondida tras la cortina que asomará la cabeza en el momento adecuado. Mira tu, como se las apañaban en los años 30 las madames, para satisfacer a los clientes más retorcidos.
A parte de eso, otros casos un tanto más escatológicos, unos cuantos aficionados a las azotainas, la flagelación y demás placeres peculiares.
Es un placer leer a este hombre, que en vez de condenar como defectuosos a los practicantes de esta sexualidad alternativa dice cosas tan interesantes como esta:
"Un fuerte estímulo en la región glútea, ya sea por medio de palmetazos, golpes o pellizcos, actúa siempre sobre el aparato sexual por la razón de que tanto la zona glútea como la genital, están servidas por las mismas ramas del aparato nervioso".
Si a alguien le interesa, creo que el libro puede conseguirse: Aquí
Para más libros podeis echar un ojo a esta otra web.
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martes, 2 de febrero de 2010
La venus de las pieles.
Hace unas semanas acabé de leerme "La venus de las pieles" de Sacher Masoch.
La verdad es que me ha parecido un libro fascinante, y no sólo por las escenas eróticas y de flagelación que incluye; Sino más bien por las reflexiones a cerca del amor a las que llega el autor.
Me fascina el personaje de Wanda von Dunajnew, mujer adinerada que se encuentra con Severín, un joven amante hipersensible y adorador que quiere transformar a la dama en cuestión en su ideal.
Desde el primer momento, Wanda duda a cerca su capacidad para someter a Severin. Y aunque acaba desarrollando cierta crueldad y disfruta de ella. Su esencia acaba aflorando cuando finalmente encuentra un hombre al que entregarse.
Wanda no engaña a Severín en ningún momento, dejando siempre claro que ella no puede amar por mucho tiempo a un hombre que se le entregue de esa manera. Solo podrá amar hasta el fin de sus días a un hombre que pueda dominarla.
A severín parece no importarle lo que ella siente, lo único que le preocupa es tenerla cerca, si no es siendo su esposo, siendo su fiel esclavo.
La novela hace plantearse muchas cosas, más allá del BDSM. Hace pensar a cerca de cualquier relación, en la que inevitablemente alguien domina y alguien es dominado. Hace referencia a como las personas se entregan voluntariamente y como muchas de ellas disfrutan esa entrega, de una manera muy intensa.
En resumen un libro muy recomendable. Si quereis echarle un ojo, lo teneis aquí
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lunes, 1 de febrero de 2010
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