Obsesiones cinematográficas, Parte 1.
Bilbao




Creo que soy cinéfila desde que tengo uso de razón. Con 6 o 7 años mi padre me sentaba delante del sofá a devorar películas como: Lo que el viento se llevó, Matar un ruiseñor y demás clásicos en blanco y negro. Con 8 años, tenía mi propia tele en la habitación, y en pocos meses heredé el viejo video Beta con una colección estupenda de películas tipo: Escuela de sirenas o Diez negritos...
A partir los 13 años tube una época de obsesión con el cine español, mis padres me compraban coleccionables, solía alquilar 3 o 4 películas por semana y con los años llegué a ser socia de unos 9 videoclubs.

Recuerdo que fue por esa época cuando, un día haciendo Zapping, di con una escena que me impresionó. La película era Bilbao.



No la he visto desde entonces, y la verdad es que no se si quiero volver a verla, porque tal vez mi recuerdo sea mejor que la realidad. La escena de la cocina, él por detrás, la leche caliente derramándose por el culo... Ella bailando, con esas tetas y ese pelo, ella atada...

Si, definitivamente, si he de escoger una película que me excitara y que marcara mi sexualidad, desde luego sería de Bilbao. Viva Bigas Luna!

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