Rios de tinta. María Magdalena.







Creo que nunca había tenido que dar tantas explicaciones respecto a un tatuaje. Realmente creía que la gente estaba más documentada. Esperaba dar respuestas a aquellos que no conocen la religión catlólica y no identifican a María Magdalena, pero sinceramente no esperaba tener que soltar el discursito ante supuestos católicos. No, María Magdalena no era prostituta. Nadie que haya leído la Biblia ha podido encontrar un solo pasaje en el que se confirme esa sentencia. La iglesia tuvo que retirar publicamente esas acusaciones en 1969, tras el Concilio Vaticano II.
En la Biblia se habla de varias Maria, una que fue adúltera, salvada de la lapidación. Otra a la que le salieron 7 demonios del cuerpo. Ninguna era Maria la de Magdala.
Maria Magdalena fue una de las primeras revolucionarias. En una judea donde las mujeres tenían prohibido hablar con los hombres, salir solas de casa o mostrar su rostro, ella siguió a Jesús, como un apostol más. Es más financió económicamente su causa dándole alojamiento  a él y a los doce. Se la cita en la biblia como una mujer muy cercana a Jesús, una de las tres Marías que siempre lo acompañaban. Maria su madre, María su hermana y María,  su compañera, a la que besaba en la boca. Eso si aparece en la Biblia...
María estuvo presente cuando se llevaron a Jesús, cuando lo cruzificaron y cuando resucitó . Jesús le pidió que continuara su labor. Y María lo comunicó a Pedro y a Felipe. Tuvo que aguantar, después de todo ,  que Pedro (el mismo que negó tres veces a Jesús) dudara de su palabra. Y aún así siguió adelante.  Su palabra quedó perdida,  su evangelio se declaró apócrifo,  como muchos otros que cuentan partes de la historia.
Así que si te preguntas aún porque me decidí por esa imagen solo puedo decirte que porque tiene la fuerza de un toro y la compasión de un dios. Porque es grande,  es hermosa, y sobretodo es humildemente poderosa. Y ahora, está en mi, para siempre.

Por si alguien se lo pregunta, está inspirada en la escultura La Magdalena Penitente, de Pedro de Mena. Y es un trabajo de Santi Cuevas.