Parafilias, parte IV : Transexualidad


Hace tiempo que quería hablar de unas muñecas que llegaron a mí vía La Mosca Cojonera.
Después de hechar un ojo a la web entera, tengo que decir que me quedo precisamente con la misma que seleccionó el Sr. Mosca Cojonera... Porque si, porque las señoras con miembro viril siempre me han parecido el combo perfecto para una persona que se siente atraída tanto por hombres como por mujeres.



Hablemos un poco sobre este concepto. Para hacer una rápida definición, me quedo con lo que la Asociación Psiquiátrica Americana pretende que sea la nueva manera de definirlo, y para ello han elaborado un borrador para el DSM-V dictaminando que el diagnóstico pasaría a llamarse Incongruencia de Género. Es decir, seres humanos de sexo biológico masculino que sienten que su cuerpo debería ser femenino y viceversa. La publicación del nuevo manual está prevista para el año 2013. Hasta ese momento, los transexuales padecen, según la psiquiatría actual, Trastornos de la Identidad Sexual.

No voy a entrar en causas, terapias ni movidas legales, para aquel que le interese todo eso, enlazo el link de la wikipedia A mi lo que me interesa es el concepto.

La transexualidad lleva presente en la historia humana desde la Grecia clásica, dejando a un lado los mitos, encontramos autores como Philo de Alejandría o Ovideo, que nos describen como algunos ciudadanos romanos se sentían realmente como seres femeninos e incluso invertían grandes cantidades de dinero en tratar de cambiar su sexo. Sin ir más lejos, El emperador romano Heliogábalo afirmaba sentirse mujer y llegó a pedir a sus médicos que le practicasen una cirugía para cambiarse de sexo.

En la edad media hubo casos conocidos como, Santa Wilfrida, Juana de Arco o San Onofre, pero más escandalizante fue el rumor que corría en aquel entonces sobre el Papa Juan VIII, se dice que nació mujer y toda su vida se hizo pasar por hombre; Obviamente esta historia fue censurada por la inquisición.

Sin embargo el primer caso de una persona transexual sometida a un cambio de sexo fue Christine Jorgensen, militar americana, operada con éxito en 1953. Después de ese muchos otros casos, como Lynn Conway o Dana Internacional.

Sin embargo, pese a todo este tostón, lo que me atrae sexualmente no es un hombre que cambia su sexo y se convierte en una mujer, ni una mujer vestida y actuando como hombre, nada de todo eso me llama la atención. Lo que me atrae son dos cosas, uno su mente y dos el medio camino entre hombre y mujer, pricipalmente un cuerpo femenino con genitales masculinos. Eso si, podríamos decir que me fascina y obsesiona.

Siguiendo con la línea artística, os dejo el link de la wikipedia que habla sobre Futanari, la palabra japonesa para sexualidades ambiguas, seguro que podeis encontrar un montón de mangas interesantes!

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